Y la sorprendió la luz de la luna cuando sus lágrimas se secaron debido al suave murmullo de la noche, sus manos temblorosas escarbaban en sus mejillas rogándole a un Dios que pensaba que ya la había abandonado... un sudor que creía, se desfallecía en sus tiernos dedos... en realidad siempre fue la tristeza y la miseria de un cuento antiguo tanto que no soportó ver la desnudez de sus sentimientos en un hogar ajeno con su cuerpo esculpido en mármol rojo, dando una vista a un espejo que nunca perdona sus anchas caderas, su piel arrasada por el tiempo, una visión que ella retrata como horrible...
Un pedazo de carne... masticado, intentando salir de esa visión tan pobre... de esa visión tan masoquista de sí misma...
Una mujer que sólo puede verse a sí misma como una niña asustada, a quien la mujer cuida arriesgándose ante el mundo; unos humanos que desconoce, una "poeta" que sobre vivie a punta de depresiones, que solo existe cuando sus quimicos no funcionan, cuando solo los medicamentos la hacen existir como un zombie deambulando en la tierra de nadie.
Una muerta más, un ser "vivo", que solo espera por marcharse
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