Nuestras charlas

Cada noche hablo contigo, cada noche invoco tu presencia, y aunque hace ya tantos años te fuiste de esta tierra, y hace ya tanto estás con ella... acá estás, charlando conmigo, como tantas veces lo hicimos, y terminábamos con los labios cansados de tanto reír, de tanto besar, de tanto... creo tanto en tu presencia a mi lado que en ocasiones podría jurar que tú también me sientes a tu lado, hoy estás tan cerca de mi piel, tan cerca de mi cuerpo... dialogo contigo, continuamente trato que entiendas el daño que me hiciste, soportar uno a uno tus desplantes, el daño que le causaste a mi mente, a mi cuerpo, quiero que entiendas que mi forma de marcharme no fue por falta de amor, fue por supervivencia, eras tú o yo, y aunque estuve a punto de elegirte... decidí escogerme, porque por sobre todo tenía que tener alguna muestra de agradecimiento con el templo que me permitió conocerte y vivirte, no se, quizá también haya alguien para mi y que podamos acoplarnos el uno al otro así como tú y ella... siempre lo supe, siempre te lo dije, era ella, nunca fui yo... hoy hablamos, y hoy como cada noche nos despedimos orando juntos, pidiéndole a Dios que nos llene de bendiciones, que no nos permite extrañarnos más, y que nos permita seguir con nuestras vidas, pero hoy tú le pediste por mi... le pediste que no fueras mas un impedimento para poder continuar con mi vida... le rogaste para que pueda avanzar y que mi corazón te recuerde con cariño y no con amor... te espere todos estos años, y lo sigo haciendo... intenté creer muy dentro de mi que aún me querías, a pesar de ella, que ya no estes, que te haya ido de la forma en que lo hiciste, intente creerte tantas promesas... te espere, no se si mañana te siga esperando... pero gracias por rogarle hoy a Dios por mi...

Comentarios