Adiós.

Tu nombre tan inoportuno, invadiendo toda mi cabeza... aniquilando mi corazón, tu nombre adormece a mi ejercito inundándolo de una extraña esperanza... de un color de fe... escuchar tu nombre es no dar por vencido el último intento de nadar en este mar de ilusión que todos saben que ya termino, menos yo... trato de encontrarte por nuevos caminos, por nuevas rutas... pero de alguna forma te escapas y solo me queda decir adiós, adiós a mi musa más esperada, adiós a mi cruz... adiós al tango más apasionado, al poema mas equívoco que he escrito, al caballero que yo rescate de una torre llena de orquídeas... fuiste la misma mano de Dios acariciando mi existencia, fuiste mi alegría momentánea, fuiste la lágrima más pura que he tenido que arrancar de mi mejilla, pero eso fuiste... y ya pasó, espero que este sea el fin... ya no tengo nombre que ponerle a esto, por eso acá delante de todos te digo adiós.

Comentarios