ese eres tu, mi cigarro

Querido Dios, hazme un arcoiris que brille como un millón de estrellas, dibujame una sonrisa que no se apague con el adiós, ví días lluviosos, ví días soleados que pensé que nunca acabarían, pero nunca pensé que yo dejaría de existir... hasta hoy. Viejo cigarro fiel amigo de poetas, traidores, amantes y depresivos, Salud! como no anhelar tu cuerpo palpitante entre mis labios si tu humo corrompe lo poco que tengo de ingrata, tu calor me sofoca los dientes, tu sabor... oh no... tu sabor es fresco y ardiente, al tomarte entre mis dedos tu aroma me persigue como un amante desgraciado por la necesidad de ser recordado, dichoso veneno que acabas con mi vida... ese eres tu, mi maldito error.

Comentarios