Somos como dos amantes empedernidos en amarnos y odiarnos, la carne nos llama y el sentido del placer nos deleita, somos dos almas en fuga con otros cuerpos como escudos y otros seres como acompañantes, pero nos amamos, y nos recordamos constantemente, hoy caeremos rendidos como dos amantes eclipsados por una oportunidad de desgarrarnos la tela de la pel y arrancar con las uñas el esmalte de dolor que recubre nuestro espíritu 

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